El gran Krishna,por intermedio de los emisarios que me envió Alá, me hizo notar una omisión imperdonable en el post anterior. Ya alguna señal me había enviado porque no quedé contento cuando apreté publicar, y una sensación como de roedores afilando sus dientes en mis huesos invadió mi tarde. Así que a modo de reparación histórica, y como liberación de mis culpas ante los dioses supremos, alcanzo esto que debería haber estado en el anterior posteo.
2 comentarios:
ahora si.
esto de decir cosas y que alguien haga algo al respecto me suena tan poco argentino que se me esta haciendo divertido.
ojo que me puedo acostumbrar.
Mientras no vaya en contra de mis principios, seguiré oyendo a los oyentes que me oyen. Y si tengo tiempo, les haré caso (sobre todo cuando coincida con lo que digan). Mientras tanto, Soledad, le sugiero que por las dudas no se acostumbre mucho, a ver si me sale el rebeldito de adentro y no cumplo las espectativas :)
Saludos
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