"Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias".
Banda de sonido:
"Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias".
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¡Me divierte mucho pegarle de vez en cuando una leída a Perfil.com! ¡Se encuentra cada cosa!
Hoy, me topé con esto:
Si le llegaba a presentar algún trabajo práctico a mi profesor de Periodismo Gráfico parecido a este mamarracho, hubiese tenido que dejar mucho antes la carrera, de la cantidad de patadas en el culo que me iba a dar. Juro que no lo entiendo. Voy a ver si escribiéndolo logro descular por qué cornos decidieron armar asi la noticia sobre el acto de la mesa de enlace.
Primero: Marqué con tres colores distintas cosas: rojo para el título, azul para la bajada, y verde para una oración perdida en el segundo párrafo. Pues bien, a mí me deben haber mentido en la facultad con esos mismos datos, si querés, la manera en que me enseñaron a armar la nota indica que esa pequeña oración debería ser parte de lo principal de la información que estás dando: “Hubo una reunión de la mesa de enlace en Pringles en la que Biolcati dijo tal y cual cosa”. Y ahí desarrolla con toda la fruta que quieras mandar, a tu gusto, total la gilada te cree.
Segundo: si para vos lo principal, lo noticiable del discurso, fue que Biolcati cuestionó al kirchnerismo, por sobre el hecho de que también (como casi nunca hace, al contrario de sus críticas al oficialismo que son costumbre), y por más que esta oración tengas más comas que las que hay en todas las ediciones de Rayuela juntas, te digo, convencido, y con pausa, que para mí, un humilde ex estudiante de periodismo, le erras fiero (forma suave de decirte pelotudo). A menos, claro, que tengas o la idea fija o la orden de arriba de sobredimensionar todo lo que sean achaques o reproches al oficialismo, y tratar de minimizar la tanda de cachetadas que van hacia la oposición (o de tratarlas a estas últimas como ataques maléficos de unos totalitarios dictadores con su séquito de impunes guerrilleros malos malos malos, que te dicen BUHHH y te cagas los calzones enteros). En este último caso, todo esto que digo será al pedo, porque van a seguir siendo iguales. Pero lo escribo porque sé que me lee toda la redacción y la cúpula de Perfil, así que tomen esto como un asesoramiento y me pasan los honorarios con un cheque en blanco y sin factura, que no quiero quedar pegado con Uds.
Tercero: en todo el desarrollo de la nota no se hace ninguna mención a lo básico: dónde fue, cuanta gente hubo, etcétera. Y para colmo, los datos a los que hacés referencia en el título, recién los mencionás en el último párrafo.
En fin, que te puedo decir. Andá a tui casa, rehacelo, y no te pongo nota todavía. Sé que podes hacer algo mejor, esforzate.
Desde jueves pasado la web del Diario Crítica está inaccesible y el diario en papel no figura en los kioscos. No es ningún apriete contra la libertad de expresión de ningún grupo oficialista (aclaro por si lee esto algún desprevenido), sino un conflicto de sus trabajadores que reclaman que los propietarios de la editorial le paguen por el trabajo hecho. Ya comenzado el mes de mayo, aún no cobraron el de marzo.
Me entero en el blog del Emo que los trabajadores del diario mandaron un comunicado.
Cito:
Los trabajadores del diario CRITICA DE LA ARGENTINA enfrentamos el atropello de una empresa que pretende descargar su crisis en nuestras espaldas. En los últimos seis meses, primero por la recomposición salarial y después por el elemental derecho a cobrar nuestro salario, realizamos distintas medidas de fuerza y movilizaciones. Durante todo ese tiempo, percibimos el sueldo en cuotas y con una ostensible demora respecto del plazo legal.
El accionista mayoritario del diario es el español Antonio Mata, ex vaciador de Aerolíneas Argentinas, y su socio minoritario es Marcelo Figueiras, dueño de los laboratorios Richmond. Se habían comprometido a regularizar los pagos en abril, pero no lo hicieron. Habiendo comenzado mayo, la empresa aún no saldó los sueldos de marzo. Ante el riesgo de que el diario deje de publicarse y frente a las maniobras de vaciamiento que iniciaron ambos accionista, decidimos volver al paro y salir a difundir el conflicto, pidiendo la solidaridad de todas y todos para que 180 familias no queden en la calle.
Recibimos apoyo en comisioninterna.criticadigital@gmail.com
Vale la pena recordar que durante los días de lucha por la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, algunos de los laburantes del diario quisieron publicar una solicitada en la que se pronunciaban a favor de la sanción de esa ley. Pero los propietarios del diario no deben haber visto con buenos ojos esa manifestación de libertad de expresión y nunca apareció. Igualmente, ha circulado por varios lados. Bruno Bimbi, ex periodista de Crítica (lo echaron hace unos meses) la tiene publicada en su blog.
Hay más info acá y acá. Yo les recomendaría a los muchachos del diario que se contacten con la gente de El Diario de la Región (Chaco) que recuperaron la editorial y laburan de manera autogestiva hace años.
Entre su aparición el jueves en 678, su programa de radio del sábado cuya editorial reproduce Página hoy, y la intervención de anoche en la entrega de los premios Martín Fierro, creo que tengo decidido hacerme una remera con la cara de Aliverti. Un fragmento jugoso de lo que publicó el diario.
“Uno entiende que pasaron algunas cosas, nada más que algunas por más significativas que fueren, capaces de suscitar que sea muy complejo trabajar de periodista en los medios del poder. Lo de las jubilaciones estatizadas, lo de la mano en el bolsillo del “campo”, lo de la ley de medios audiovisuales y la afectación del negociado del fútbol de Primera. Ahora bien, ¿la contradicción aumentada entre cómo se piensa y dónde se trabaja justifica las sobreactuaciones? Es decir: puede pensarse que en verdad algunos dicen lo que pensaron toda la vida, y que otros quedaron presos de la dinámica furiosa de la patronal. Pero, ¿decir que estamos o vamos hacia una dictadura? ¿Que si esto sigue así puede haber un muerto? ¿Hace falta construir ese delirio para congraciarse? En todo el país, si es cuestión de propiedad mediática y de programas y prensa influyentes, bastan y casi sobran los dedos de ambas manos para contar los espacios que –con mayor o menor pensamiento crítico– apoyan al Gobierno. La mayoría aplastante de lo que se ve, lee y escucha es un coro de puteadas contra el oficialismo como nunca jamás se vio. La oposición es publicada y emitida en cadena, a toda hora. ¿Qué clase de dictadura es ésa? Ese libre albedrío, muy lejos de ser mérito adjudicable al kirchnerismo, ocurrió igualmente con Alfonsín, la rata, De la Rúa, Duhalde. Lo que no había sucedido es esta cuasi unanimidad confrontadora salvo por los últimos tiempos del líder radical, a quien por derecha se le cuestionaban sus vacilaciones y por izquierda también. Contra Menem recién cargaron en su segundo lustro, después de que completó el trabajo. La Alianza se caía por su propio peso. Con el Padrino pegar era gratis, porque el país ya había estallado. Pero en el actual, que después de todo es simplemente un gobierno más decidido que el resto en cierta intervención del Estado contra el mercado y en el perjuicio a símbolos muy preciados de la clase dominante, ¿qué tan de jodido pasa como para hablar de una dictadura? ¿Será que basta con tocar unos intereses para edificar en el llano la idea de que pueden empezar a matar? ¿Los Kirchner son Videla, Massera, Suárez Mason? Por favor, tienen que aclararlo porque de lo contrario hay uno de dos problemas. O se lo creen en serio y, por tanto, se toma nota de que desvarían. O saben que es una falsedad sobre la que se montan para condolerse y entonces se anota que está bien. Que no se justifica pero se entiende. Que quedaron tras las rejas de los medios en que laboran. Ojalá sea lo segundo, por aquello de que un tonto es más peligroso que un mal bicho.”
Eduardo Aliverti --- Hoy en Página 12
Y el audio con todo el contenido
"Ocurrió en Chicago, en 1886. El primero de mayo, cuando la huelga obrera paralizó Chicago y otras ciudades, el diario Philadelphia Tribune diagnosticó: El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal, y se ha vuelto loco de remate. Locos de remate estaban los obreros que luchaban por la jornada de trabajo de ocho horas y por el derecho a la organización sindical. Al año siguiente, cuatro dirigentes obreros, acusados de asesinato, fueron sentenciados sin pruebas en un juicio mamarracho. Georg Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons y Auguste Spies marcharon a la horca. El quinto condenado, Louis Linng, se había volado la cabeza en su celda. Cada primero de mayo, el mundo entero los recuerda. Con el paso del tiempo, las convenciones internacionales, las constituciones y las leyes les han dado la razón. Sin embargo, las empresas más exitosas siguen sin enterarse. Prohiben los sindicatos obreros y miden la jornada de trabajo con aquellos relojes derretidos que pintó Salvador Dalí."
Eduardo Galeano, “Espejos” - 2008
Imágen tomada de acá
Sueño raro el de anoche. Al menos la parte que de él recuerdo. Resulta que había vuelto a mi Corrientes natal y estaba paseando. Necesitaba comprar algunos regalos no sé bien para quién ni por qué razón. Siempre fue una tortura eso de elegir regalos, para mi. Aunque conozca mucho a la persona. Pero, en fin, a eso estaba abocado. Recorría los puestos del “mercadito paraguayo” (en otros lados le dicen feria paraguaya, feria de compras, y así, pero en todos lados es lo mismo: un puesto tras otro con ropa, cds, reproductores de música, ropa, bombones Garoto, películas, algún Whisky y la lista sigue). Pero pasaba algo particular: si pedía una remera, me traían un par de medias; si aquello por lo que preguntaba era un equipo de mate recontra copado, me daban el precio de un celular viejo (de esos que usaban en “Grande Pa!”).
Así estuve un rato largo. Al principio, tenía la sensación de “qué boludos que son todos estos, no entienden lo que les digo”. Sensación que con el correr de los minutos, iba trocando a “estos me están boludeando”. Esta última idea no me gustó, así que había decidido rajar para evitar tener que pelearme con todos los feriantes. Pero algo llamó mi atención en ese camino hacia la salida: un puesto inmenso, aún mas grande que la feria misma. Adentro de sus puertas de vidrio se podía ver a toda la gente muy abrigada, cosa extrañísima para un verano correntino. Deduje, bien, que era una especie de cámara frigorífica. Como me pareció ver una cara conocida dentro, y encima tenía un calor de mil infiernos, me mandé para ese lugar. Adentro, no hacía frío, era que estaban grabando por ahí cerca una película ambientada en la Antártida y la gente había ido a comprar un tentenpié. Porque resultaba ese lugar una replicación de las heladeras de lácteos de supermercados, pero a niveles astronómicos, y únicamente con productos dulces: chocolatadas, postres, flanes, yogures, tortas, y demases.
Cómo no tenía la más mínima idea de porqué estaba eso ahí, ya que nunca lo había visto, pregunto a uno de los que estaba en las cajas cobrando. La respuesta me descolocó: se trataba de el lugar en el que los supermercadistas del mundo guardan sus lácteos a la noche, para que no se corte la cadena de frio. Y nadie más que ellos sabia de la existencia del mismo. Pero, como le debían a sus empleados 12 años de sueldos, éstos habían decidido ir de manera itinerante vendiendo a precio de ganga esos productos a la gente, y quedándose con lo recaudado. Y, cada vez con más entusiasmo, me contaba que habían comenzado sin saber cómo hacerlo, hasta que se dieron cuenta de que además de hacer un acto de justicia para con ellos, querían dejar algo al mundo. Eso los motivaba mucho. Fue entonces cuando me dijo que todo lo que había en sus heladeras y góndolas costaba 2 pesos. Querían ser “como unos Robin Hood de la dulzura, devolverles la dulzura a los hombres y mujeres del mundo, aún a los diabéticos, porque hay cosas para diabéticos también, ¿sabias?” Seguimos conversando un rato, y me dice que como le caí bien, alija lo que quiera y lo lleve nomas, que estaban haciendo muy buena guita y no importaba.
Había de todo: desde chocolatadas Cindor en damajuanas, hasta relleno de bombones en latas de 5 kg, de esas en las que viene el dulce de batata, esas que cuando era chico usaba mi abuela para cocinar las tortas. Pero lo que me llamaba especialmente la atención era que al mirar la fecha de vencimiento de las cosas, todas vencían el mismo día: 24 de junio de 2003. Ni en pedo me llevaba, por gratis que fueran, cosas que me iban a caer mal. La gula tiene límites.
Enojado, enfilo para la puerta puteando labios adentro contra los falsos Robin Hood del mundo, desencantado, pensando que la humanidad no tiene cura, que todo el tiempo la gente está esperando para cagarte. Llego a la vereda, el calor vuelve a hacerse presente con toda crueldad. Mi casa, gracias a esas cosas de los sueños, se había trasladado y ahora estaba justo frente a la feria. Cruzo la avenida esquivando colectivos y me refugio entre las paredes conocidas. Voy a la cocina a sacar agua fresca de la heladera. Todas las paredes de la cocina tenían almanaques. Todas las fechas eran iguales: 15 de abril de 1999. Caigo en la cuenta de que no toda la gente era tan mala como pensaba y pienso en volver a la feria a conseguirme esas cosas para la gula. La puerta de mi casa no se abre. Miro por la ventana y veo cómo el viento iba desdibujando, cual si fuera un borrador, todo lo que estaba afuera. Me voy al living, me siento en el piso, y pienso: otra oportunidad perdida.
A propósito del post anterior, hice una búsqueda en el portal de perfil a ver´cómo habían publicado la preocupación del presidente de la DAIA sobre la tapa de una revista de su editorial. ¡Iluso! Juro que creí que iban a decir algo. No aprendo más.
Acá los resultados de la búsqueda y una captura de lo que decían al menos hasta las 15:25 del 30/04/2010
“Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad” –> Paul Joseph Goebbels, 1897-1945. Ministro de propaganda del Tercer Reich bajo el mandato de Adolf Hilter.
Anoche me acordé de esta frase cuando, dando una ojeada digital a los diarios, me topé con esto del diario Perfil, diario modelo si los hay (modelo 1976):
Lo más lindo, es que los dueños de ese diario son los mismos dueños de la revista Noticias, que puso esta tapa en la calle la semana pasada:
Pareciera que andan bastante con la idea fija los muchachos. Me pregunto si el próximo libro de la revista saldrá con una edición de “Mi lucha” prologada por Aguinis.
PD: La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) expresó, respecto de esta tapa, su “preocupación por la utilización de imágenes vinculadas al nazismo para describir situaciones que hacen a la vida política nacional”. Por otra parte, el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, manifestó que esta tapa “puede implicar una banalización de los crímenes del nazismo y especialmente de la Shoá (holocausto)”. Estos montoneros de la DAIA, cercenando la libertad de expresión de la prensa independiente seria y responsable argentina (cuack)
Lunes. Comienza la semana. Tengo las paredes del departamento llenas de imaginarios papelitos adhesivos ayudamemoria. Repaso mentalmente la cantidad de cosas que tengo pendientes para hacer, y decido ir al supermercado (era una de esas cosas pendientes para hacer que tenía) y de paso distraerme y procrastinar un rato. Poca gente. Se nota que está cercano el final de mes. Recorrí el Carrefour que queda cerca de casa y sólo vi 3 ofertas: un 2x1 en turrones navideños (no miré la fecha de vencimiento, pero algo me hace sospechar que estaba bastante cercana); otro 2x1 en Mantecoles (los originales, ricos); y, de nuevo, otro 2x1 en fideos guiseros marca pirulo. Esa fue la única oferta que pude aprovechar. Necesitaba yerba. Es eso lo que generalmente me lleva al supermercado: la falta de yerba. Tomo como mínimo 2 termos de mate diarios. Los tomo sólo. Si por esas casualidades me junto con alguien, me pierdo la ronda o el orden de cebadas, si no es mi equipo matero no me gusta el sabor. Soy medio maniático con eso. Hasta tengo contadas las cucharadas necesarias para que la medida de yerba en el mate sea la justa y necesaria: 8 cucharadas. Se me complica con la medición yerbística cuando los preparo en la facultad, porque va la yerba directamente desde la yerbera (¿o es yerbero?) al mate, y hay que hacerlo a ojo. Y con las cosas hechas a ojo suelo errarle. Pregúntenle a mis arroces, por ejemplo. O a mis chimichurris. A veces tener las medidas justas de algo ayuda a que salga bien. Otras veces sé que suele resultar monótono. Por ejemplo, si supiese exactamente la medida, o la manera de hacer feliz a la persona con la que estoy, repitiendo esa acción o circunstancia eternamente pasaría a caer en una monotonía aburridora que cansaría. Por eso, no creo que haya medidas para las emociones. Es, me parece, te quiero o no te quiero. Eso de mucho-poquito-nada es un invento de los floristas para que los enamorados y los desenamorados se gasten fortunas deshojando margaritas. Cómo si un vegetal pusiese hacerse cargo de decirnos qué es lo que nos pasa, o que le pasa a alguien más con nosotros. Hay una cosa, que algunos llaman lenguaje, que sirve para que las personas interactúen entre sí. Una de las tantas formas de interacción es la pregunta. Y suele ser la más efectiva a la hora de saber a ciencia cierta qué es lo que piensa, siente, cree, odia la otra persona. Hablando la gente se entiende, reza un viejo dicho popular. Que no necesariamente por viejo o por popular tenga razón, sino que por una simple cuestión de lógica. Aunque en cuanto a dichos populares a la hora de hablar hay muchas opiniones, hasta encontradas. Por ejemplo. A ese que decíamos, se le puede contraponer el que reza que “en boca cerrada no entran moscas”, que vendría a proponer que hay que callarse la boca por las dudas, porque por ahí lo que digamos (o nos contesten) puede ser desagradable. Pero también hay otros casos. “Es mejor parecer ignorante 5 minutos que serlo toda la vida” era algo que me repetían de chico a cada rato, impulsándome a preguntar. Pero al mismo tiempo escuchaba por ahí “menos averigua dios y perdona”, o “cuando no tengas nada interesante que decir, mejor quedate callado”. Quizás sean esas contradicciones que nos vienen acompañando desde pequeños las causantes de que seamos estos seres humanos que somos, contradictorios, descomedidos, incoherentes, calladamente habladores, aturdidos de silencio. Queremos decir muchas cosas, sacarnos muchas dudas, pero como no siempre consideramos interesante lo que tenemos para decir, muchas veces lo callamos. Si a eso le sumamos otras cuestiones que nos pudieron haber marcado cuando infantes, tenemos un cuadro que a lo mejor nos permite entender mejor qué y porque somos lo que somos. Se me vienen a la memoria las idas a dormir a las 10 de la noche en punto, cuando un monstruillo nos mandaba con un rocanrolito a la cama (sí, el inefable Casimiro. ¿Que no se acuerdan? Pues miren acá).
Es lunes, decía. Ya puedo sacar imaginariamente uno de esos memos, el que decía que tengo que postear algo en el blog. Ya tengo yerba. Y fideos. Comienza la semana, termino mi día. Trataré de seguir hablando. Después de todo, es así como la gente se entiende.
… cada vez hay más actos atribuidos al kirchenrismo que sospechosamente da letra a lo que viene alentándose desde la oposición? (1, 2, 3)
… ahora cualquiera escribe un libro anti K?
… twitter es más adictivo que facebook?
… Riquelme debería estar jugando con las 10 de la selección en el mundial?
… la yerba está cada vez más cara?
… muchos fanas de Lost estamos entrando en una especie de melancolía de a poco teniendo en cuenta que la serie se termina el 23/5?
… el otoño viene lento? (me da la impresión de que previously on Argentina los árboles se pelaban más rápido)
… (cito) “No vivimos tiempos violentos (Al menos comparado con nuestra historia nacioanl) Vivimos tiempos exagerados”, @medieta dixit?
“La púa crepitaba horriblemente, algo empezó a moverse en lo hondo como capas y capas de algodones entre la voz y los oídos, Bessie cantando con la cara vendada, metida en un canasto de ropa sucia, y la voz salía cada vez más ahogada, pegándose a los trapos salía y clamaba sin cólera ni limosna, I wanna be somebody’s baby doll, se replegaba a la áspera, una voz de esquina y de casa atestada de abuelas, to be somebody’s baby doll, más caliente y anhelante, jadeando ya I wanna be somebody’s baby doll.”
Julio Cortázar. Rayuela, 1963
PD: acá encontré un compilado para bajarse todos los temas que menciona Cortázar en el libro.
"Todos somos ateos respecto a la mayoría de dioses en los que la humanidad ha creído alguna vez. Algunos de nosotros simplemente vamos un dios más allá". Richard Dawkins
Aaggggghh... Aahhjummmm!!!!!!! (onomatopeya de bostezo). Dicen que algunos animales, los osos entre esos algunos, tienen el hábito de hibernar. Generalmente, como se desprende del análisis etimológico de dicha palabrita, eso sucede en invierno: la cosa es má someno sasí: un bicho se guarda durante el invierno, pero todo el invierno, eh, para no pasarla tan mal; en dicho periodo no hace mas que dormir y consumir los nutrientes que acumuló durante el resto del año en que estuvo activo y lo único que hizo fue comer y procrearse (afortunados osos). La cuestión es que mi verano me encontró en una hibernación muy sui generis. No, no es que haya cantado hu bountiém poqué fuiermó so, lalalá lalá lalá, y así, todo el verano. No!! Me niego a volver a hacerlo! Pero mi hibernación me encontró en mi querida ciudad de corrientes un poco laburando, yendo a la playa algunos días (días que generalmente estaban nublados y/o lloviendo) aunque de playa hubiese sólo un cartel gracias a la crecida del Paraná, volviendo a jugar al fútbol después de varios años, con los correspondientes calambres posteriores, las patadas a mis amigos por llegar a destiempo, y obviamente esa sensación de que el oxígeno que queda sobre el planeta no te va a alcanzar para llenar los pulmones de fumador que se están quejando de que te quieras hacer el guapo después de años de no hacer mayormente nada. Entre esas cosas, que estuve sin internet buena parte del verano en la casa de mis viejos, y una sensación de cuelgue naturalmente veraniega, poco y nada hice por y para este espacio que tantas alegrias me va a dar alguna vez. Pero, señoras y señores, se acabaron los tiempos de bonanza y ahora le toca el turno a la familia Ingalls, porque todos estamos camino al cielo (y, con esto, ya me dejo de citar series de Michael Landon, QEPD, porque nunca me cayó muy bien que digamos el muchacho). La cuestión es que quería avisar que volví. Conociéndome, es bastante dificil saber el rumbo que va a tomar este espacio durante este año 2010, año de Vicente Nario. Voy a tratar de seguir actualizando seguidito, y de que alguna vez se me ocurra algo interesant, cuando no ocurrente o, aunque sea, no tan descartable cual reloj chino vendido por los nuevos morochos del abasto.
Nos olemos…