Escuchado en una carnicería, un lunes por la noche. Conversación entre una clienta y el Sr. Carnicero (mientras éste afilaba una cuchilla sobre la piedra fina).
Entra una clienta con su hija, de aproximadamente 6 años. Hasta ese momento éramos 4 personas dentro del local: los 2 carniceros, yo y un amigo, que estábamos comprando queso y fiambre para una picada. Esta mujer, sin importarle quién más estuviera a su alrededor, comienza su micro informativo.
-Al final la nena tenía una infeSión urinaria (la nena estaba a su lado, con cara de why me?!)
-Eso es porque nos e limpia bien –dice el carnicero Nº1 mientras cortaba un pedazo de queso.
-¿Y yo que la había llevado porque le dolía la garganta!
-Es que a esa edad la garganta y la vagina están muy cerca, se debe haber confundido –carnicero Nº2, afilando una cuchilla, y con una media sonrisa en los labios como si creyera que todos festejaban su ocurrencia.
-Por suerte me dieron la CefaleSina gratis en el hospital, porque ésta me hace gastar más en remedios… Bueno, me voy
Y partió alegre rumbo a quién sabe donde, para seguir contando las desgracias de su desgraciada hija, con ella a su lado.
Salimos de la carnicería. No sabíamos si reír o qué. A los dos nos había parecido leer en los ojos de la pequeña una frase que decía “ya te voy a enseñar a revelar mis cosas a vos”.